Alguien me decía en Facebook, a cuenta del hecho de que se nos sigue negando la sede electoral, que en los tiempos actuales poco más hace falta que un teléfono inteligente para llevar una campaña electoral. Ojalá.
Mi candidatura, muchos lo habéis comprobado ya, ha organizado la campaña electoral de forma inversa a las demás. De las seis semanas de campaña estamos dedicando tres a escuchar (llevamos ya dos) y otras tres a dar a conocer nuestro programa, una vez mejorado con las propuestas de la familia complutense. Me resulta especialmente jocoso que algún candidato nos haya “comprado” esta idea una vez que ha comprobado que a sus convocatorias no acudía, por decirlo con cariño, demasiada gente. Me felicito de tener tanta influencia en algunos candidatos, no sólo conceptual (que es la que merecería la pena) sino hasta organizativa.
Las razones de haber organizado mi campaña así han sido varias. En primer lugar, que en ningún sitio las campañas electorales duran un mes y medio. Como anécdota, corre el rumor por la Universidad de que la campaña iba a iniciarse el 23 de marzo, y que alguien cometió un error con el 23-F… Más razones: no queremos molestar ni interrumpir durante un período tan largo la vida académica de los Centros. Y por último, pero no menos importante: creo firmemente que antes de proponer hay que escuchar.
Vuelvo a enlazar con el tema de mi sede: este tipo de campaña requiere un lugar donde reunirnos, tener un contacto directo con estudiantes, PAS y profesores. Nos ha dificultado enormemente la comunicación el no tenerlo. Tampoco ha sido fácil mantener activos este blog y los perfiles de redes sociales sin una sede, utilizando sólo mi ordenador portátil y yendo de un sitio para otro. Y además, no se trata de otra cosa que de un derecho que tenemos como candidatos, y que ha de redundar en beneficio de los llamados a votar: que los candidatos puedan darse a conocer en condiciones de igualdad. En este sentido, sigo muy sorprendido de que justo el lugar que pedí para trabajar en esta candidatura, el Edificio de Alumnos (que ya utilizamos hace cuatro años) haya ido a parar a manos del candidato continuista, Carlos Andradas. Prefiero no entrar en mayores valoraciones teniendo en cuenta que con respecto a este tema he recusado al Presidente Secretario de la Junta Electoral y Secretario General de la UCM, Julio González García.
En todo caso, y dado que he buscado una solución provisional mientras se decide el recurso presentado, desde hoy me comprometo a ir colgando mis impresiones sobre esta campaña y las reuniones que estoy teniendo con diversos grupos de la universidad. Mi compromiso es publicar al menos un post al día en este mes que queda hasta la primera vuelta.
Aldecoa, mire usted los Estatutos de la UCM: el secretario general es sólo secretario de la junta electoral, con voz y sin voto. El presidente es el Profesor funcionario Doctor de mayor categoría y antigüedad.
Le agradezco que me señale el despiste, ya lo he corregido. En todo caso lo que no se debe ser es juez y parte.
Patxi mucho ánimo. Como seguro sabrá muy bien en las primarias presidenciales de EE.UU en muchas ocasiones ha vencido el candidato que a priori menos recurso tenía y más erosionado y castigado estaba por el establishment. (Aunque hay que luchar por la justicia y por tanto por la sede electoral)
Lo importante es la ilusión y de eso esta candidatura rebosa por todos los lados.
Mi voto lo tiene asegurado.
Ánimo y adelante!!!
Muchas gracias, Javier. Me da la impresión de que muchos se sorprenderán con nuestros resultados. Y a ilusión, es cierto, no nos gana nadie. Un saludo.
¿Piensa que va a mejorar su resultado del 2007, o como piensa la mayoría de la Universidad, a empeorarlo sensiblemente?
¿Puede citar algún apoyo de peso, en la UCM?
Qué son apoyos de peso? La maquinaria propagandística del señor Andradas?
Patxi estas demostraciones de los miembros que dirigen la universidad, te animan y dan más puntos a tu candidatura…
Muchas gracias, Pako. Lo que no va a poder hacer nadie es callarnos, o hacer como que no pasa nada. Seguiremos luchando hasta el final. Un saludo.
Patxi, mucho ánimo, que aunque no tengas el aparato propagandístico del Señor Andradas y sus secuaces, como el secretario de la Junta Electoral, la mayoría de la gente está deseando que haya un cambio en la Universidad, para que la UCM sea el orgullo de las universidades públicas españolas.
Mucho ánimo!!
Me alegra volver a leer entre vuestros comentarios la palabra que más define a esta candidatura, y la que va a ser muy importante en la Complutense desde ya mismo: cambio. Gracias por tu apoyo, Luis.
Me uno al comentario de Chete. ¿Qué es eso de “apoyos de peso”? Qué eufemismo tan divertido, ¿se refiere a gente con bolsas de votos, vendiéndolos a tanto el kilo? Justo el modelo de Universidad con el que hay que arrasar, que ya tuvimos con la derecha y con esta izquierda.
Hay comentarios que me ponen a mil. Ya tengo una razón más para votar a Aldecoa: no tiene “apoyos de peso”…
Amigo PAS, permítame que responda aquí a varios comentarios en torno a este mismo tema, el suyo y los previos de Luis Alberto y Chete:
Con toda sinceridad, estoy notando estas semanas mucho más calor en la comunidad universitaria, hacia esta candidatura, que hace cuatro años. Me congratula que lo que sembramos entonces esté dando sus frutos en ese sentido. Por otro lado, el reflejo de la candidatura en prensa, radio e internet está siendo también mucho mayor, mayor en mi opinión que el del resto de candidatos. Es imposible, obviamente, medir este apoyo en su reflejo en votos hasta que efectivamente llegue la primera vuelta, pero me atrevería a decir que vamos a mejorar sensiblemente aquellos resultados. Y espero que eso sea suficiente para pasar ese “corte” hacia la segunda y definitiva vuelta.
Ni apoyos de peso, ni votos. Del 15% de hace 4 años a el 8%, el 5%? Para apoyar en segunda vuelta a su amigo Iturmendi?
Amigo Luis Alberto, ya que insiste en el mismo tema, extiendo mi contestación. Entre universitarios tenemos costumbre de apoyar nuestras afirmaciones en argumentos, para salir de los terrenos de la mera opinión personal en busca de la verdad. Seguro que tiene usted varios argumentos de peso que sostienen su afirmación, dado que no sólo la reitera sino que apunta hasta a porcentajes concretos; en caso contrario me sería imposible suponerle la buena fe que doy por hecha en todos ustedes. Mis argumentos los tiene un poco más arriba, en esta misma página . Un saludo.
Estimado candidato:
Usted habla de calor, reflejos, siembras y sensaciones.
¿Esos son argumentos universitarios, o más bien propaganda?.
Un argumento de peso es que hoy hay 6 candidatos, y hace 4 años, 4. ¿Eso no significa nada para usted? Y otro argumento, de enorme peso, es que comparte el mismo espacio sociológico que otros candidatos. Por lo tanto…
Por cierto muy interesante sería resaltar que usted recomendó el voto en segunda vuelta, para el candidato de la derecha, Nogales. Aunque como era obvio, sus votantes, hicieron caso omiso de su recomendación.
Los hechos, son tozudos…
Estimado Luis Alberto. Parte de mis argumentos se basan en mi propia percepción, como no puede ser de otro modo, sobre todo los referidos a la receptividad de las personas con las que he hablado y las sensaciones que eso me ha producido. Que sean subjetivos no quiere decir que no sean argumentalmente válidos. Otros no son subjetivos, como el reflejo en los medios, que es una cosa mucho más medible. Por otro lado, ni el hecho de la multiplicidad de candidatos tiene por qué afectar necesariamente a mi candidatura más que a otras ni es novedad en estas elecciones ese solapamiento de teóricos espacios ideológicos, que sólo comparto en parte. En todo caso, que uno de los lemas de esta candidatura sea “Una candidatura de personas, no de siglas” le advertirá de nuestro convencimiento de que la Universidad pasa por un momento en que los límites ideológicos se vuelven más difusos dada la situación de crisis actual.
La segunda de sus afirmaciones ya se la contesté en otro post. Le pego aquí aquella contestación, que no debió usted leer: “Sobre su segunda afirmación, en mi blog publiqué entonces (y seguro que le podemos hacer llegar si lo desea) una carta abierta a la comunidad universitaria donde, lejos de recomendar a nadie el sentido de su voto, explícitamente decía que no tenía preferencia alguna que señalar a nadie que hubiese sido votante mío.” Un saludo, espero le quede claro este aspecto.